Tuesday, April 25, 2006

Debate patético

¿Y qué se podía esperar? Como quiera, por si a alguien le importan mis impresiones:

Madrazo: No hizo una sola propuesta creíble, pero qué buena CHINGA le puso a Calderón. Básicamente, todo lo que hizo fue sacarle los trapos sucios a él y al PAN. Expuso todo: el disfraz panista del IVA a medicinas y alimentos, la incapacidad de elevar la competitividad del país, las medidas represivas que adoptaron contra el sindicato de mineros, la rateriza de Calderón en Banobras y su inutilidad como secretario de energía, etcétera. Pero fue lo único que hizo. No es como que el wey tiene oportunidad, y obviamente parecía que estaba atacando a su propio reflejo.

Calderón: Empezó muy sonriente y terminó con una cara de poquísimas pulgas. No hallaba como librarse de la trapeada que le estaba poniendo Madrazo. Cayó en muchas contradicciones y metió varios autogoles. Como siempre, trató de disfrazar sus propuestas de privatización y, especialmente en los temas de ecología y autonomía sindical, sólo tiró un rollo digno de un pobre ebrio. Ah, y parecía perico repitiendo en casi todos los bloques que López Obrador endeudó al DF y que es un cobarde por no estar ahí. Aburrido.

Mercado: Hizo la que yo creo fue la única propuesta interesante en todo el debate: la del impuesto mínimo ciudadano. Pero Dios, si no será una blandengue buena para nada. No atacó a nadie más que al PVEM, lo cual la hizo ver como la más sensata de ahí, pero tampoco hizo propuestas sólidas, sólo críticas. Se notó que su plan de gobierno es chilero y que realmente no tiene nada qué hacer en la contienda.

Campa: Le entró de lleno a los chingazos, al principio atacando al PRI y al PAN, pero luego, conforme fue haciendo propuestas similares a las de Calderón, le dio más por descalificar a Madrazo. Predecible siendo el achichincle de Elba Esther. Madrazo como quiera le dio un buen gancho al recordárselo. Fue el más artificial de todos (después de la moderadora, con su sonrisita de Mona Lisa), tratando de verse visceral, firme y agresivo. Pobre wey, sus propuestas fueron tanto o más débiles que las de Mercado.


¿Quién ganó? Quizás AMLO. O quizás no, y resulte perjudicado por no ir. Habrá que ver. De cualquier manera, cómo me dieron ganas de largarme del país al ver a esos cuatro papanatas pendejear al por mayor durante dos largas horas.

Se acerca el fin del mundo.

Sunday, April 16, 2006

El mes más cruel

No he hecho nada más que sentarme sobre mi trasero en toda esta semana santa. Mi novia está fuera, varios amigos también, otros se la han pasado con demasiado trabajo. Y yo nada más estoy encerrado en mi casa leyendo A Game of Thrones, de George R.R. Martin, el cual, por cierto, ha sido la distracción perfecta. Hacía mucho tiempo que tenía ganas de leer un libro así.

La idea era mandar al diablo todo el mundo por una semana. Quería relajarme y sumergirme profundo en el universo de mis libros. Por una semana el planeta Tierra no existiría, y podría darme al menos una cortísima ilusión de libertad.

Pues claro que no. No he podido evitar sentir una cierta tensión todos los días. Y me pasó algo curioso. Como que aislarme tanto no me ha hecho mucho bien. Fui a comprar unas películas y libros, pero me daba cosa acercarme a los empleados para preguntar el precio de un libro, y hasta a ir con los cajeros para pagar mis cosas. Hacía un chingo que no sentía algo así. Chingadamadre.

Entre otras cosas, quería olvidarme del trabajo. Todavía me quedan dos exámenes por hacer, y todavía no me han dado el formato. Tampoco me han pagado por el trabajo anterior. Pero en fin, en sí eso es lo de menos.

Parece que todavía no logro romper la maldición de abril. Desde hace ocho larguísimos años, siempre en este mes he tenido conflictos sentimentales serios. Ya he pensado que puedo ser yo el que los provoca inconscientemente, pero al parecer eso no es tan cierto. Este mes he hecho todo lo posible por evitarlos, todo, pero me vienen de la nada. En serio. En mayo las cosas suelen mejorar un poco, pero todavía le quedan catorce días al jodido mes.

Y, realmente, no puedo esperar a que llegue junio. Necesito más vacaciones.